La OMS decidió declarar octubre como el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, con el objetivo de aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos de quienes padecen la enfermedad.
En meHRs nos sumamos a esta iniciativa, ayudando a las organizaciones a reducir el impacto social de esta enfermedad.
Según datos publicados en 2021 por el Centro de Investigaciones sobre el cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), el cáncer de mama es ya el tumor más diagnosticado del mundo, superando por primera vez al cáncer de pulmón.
La incidencia de cáncer de mama ha observado un aumento en las últimas tres décadas, lo cual puede explicarse por diversos factores destacando: el avance de las técnicas de detección precoz y el aumento de la esperanza de vida (envejecimiento de la población), entre otros.
Además, el aumento de factores de riesgo relacionados con el estilo de vida cómo la obesidad, el sedentarismo, el consumo de alcohol o tabaco, el exceso de procesados en la alimentación, los niveles insuficientes de vitamina D o la exposición crónica a contaminantes; pueden ser relevantes en las cifras actuales.
El cáncer de mama frecuentemente es causa de largos procesos de baja; según datos reportados por el INSS en 2018 de los 12.245 procesos de cáncer de mama que iniciaron baja (IT) un 76,24% alcanzó los 365 días de duración.
La duración media de las bajas por cáncer de mama se encuentra entre los tres procesos principales que causan bajas de más de 365 días junto con la lumbalgia y el trastorno ansioso-depresivo.
Además, el cáncer de mama es la segunda causa de inicio de expedientes de incapacidad permanente a los doce meses, tras la lumbalgia. Sólo el 53% de las mujeres retomarán el trabajo.
Estudios recientes han considerado el retorno al trabajo cómo un indicador de calidad de vida, de salud pública y laboral.
Entendiendo la importancia del impacto generado por el cáncer de mama a nivel laboral, las estrategias de prevención y de promoción de la salud enfocadas a esta enfermedad, deberían ser de ámbito obligado para todas las empresas.
Sólo la suma de esfuerzos de los diferentes agentes de la sociedad ayudará a reducir la incidencia de cáncer de mama, así como, el impacto global que ello conlleva.