Eva García, CEO directora y responsable del área de Organización y Desarrollo de MEHRS: “Las empresas y las personas muestran síntomas que hay que saber detectar”

 

La pandemia lo ha transformado todo. Desde como trabajamos hasta el nivel de esfuerzo que dedicamos a ello. Las empresas estaban acostumbradas a acudir a la medicina tradicional: “Doctor, me duele el absentismo”, decían. Y el doctor, en el mejor de los casos, proponía un tratamiento a base de calmantes, con un poco de fisio, manzanas en el office, sillas ergonómicas y algún espacio para el descanso o simplemente medidas de control, que tienen un efecto muy limitado en el tiempo. Pero ahora, con modelos de trabajo híbridos y enormes cargas de trabajo, el tratamiento paliativo se queda corto. El abordaje integral, combinando tratamientos convencionales (visión global, escucha activa, comunicación, etc.) con intervenciones complementarias (actividad física, alimentación saludable, bienestar emocional, mejora de la calidad del descanso, reducción de tóxicos, etc.), potencia los resultados enormemente.

“Lo primero que hay que hacer es acercar el fonendoscopio a la organización para hacer un buen diagnóstico a partir de la escucha activa”

 

¿Qué entendéis por abordaje integral de los Recursos Humanos?

EG.- Tenemos una visión 360º y usamos una metodología Keep On Growing (KOG) basada en el crecimiento cooperativo. De esta manera, ponemos nuestros conocimientos y habilidades de organización y desarrollo al servicio de las empresas y las personas con las que trabajamos. Es como cuando tienes un dolor en el pecho y no sabes por qué: puede ser desde un problema muscular a uno psicológico, algo leve o quizás algo grave. Lo primero que hay que hacer es acercar el fonendoscopio a la organización para hacer un buen diagnóstico a partir de la escucha activa de las problemáticas que no solo nos plantean las empresas, sino de aquellas que somos capaces de detectar cuando conversamos y nos adentramos en ellas.

 

¿Y a partir de aquí?

EG.- A partir de ahí realizamos una aproximación a las posibles soluciones en base a nuestra experiencia.  Desde ese momento hay que alinear a toda la organización con el proyecto a desarrollar. Por eso la comunicación toma un papel relevante. Informar de lo que vamos a hacer, por qué lo vamos a hacer, con quién contamos para ello y en qué vamos a mejorar llevando a cabo esa actuación, es fundamental para que las personas confíen en el proyecto y participen en él.

“Tras el diagnóstico, proponemos el tratamiento que más conviene a cada ‘paciente’ desde un punto de vista integral”

 

¿Qué tipo de problemáticas acostumbran a aparecer?

Procesos de selección mal definidos, personas que se incorporan a un puesto para el que no habían optado, talento que se marcha, problemas de absentismo, cuestiones relativas al funcionamiento de los equipos, conflictos interdepartamentales, la necesidad de instaurar nuevos procedimientos, gestionar el crecimiento y la transformación… Siguiendo con el símil médico, tras el diagnóstico, proponemos el tratamiento que más conviene a cada “paciente” pero desde un punto de vista más integral. Este tratamiento siempre tiene que ver con las personas y acostumbra a consistir en un diagnóstico, un informe y un plan de acción a medida de las necesidades de la empresa. Es decir, la empresa acude a su médico de familia (nosotros), escuchamos, debatimos y hacemos un diagnóstico para aplicar un tratamiento (más o menos integral en función de las necesidades) o bien derivarlo al mejor especialista (área o servicio) en materia de formación, selección, salud, igualdad o relaciones laborales, entre otros. Pero no solo eso, además, lo hacemos teniendo en cuenta aspectos como la cultura de la empresa y sus líneas estratégicas (enfoque 360º).

 

¿A quién van destinadas estas acciones?

EG.- En primera instancia, a quienes deben ponerlas en marcha: los máximos responsables de las organizaciones, las direcciones de Recursos Humanos u otros cargos intermedios. Pero también a toda la organización y, a poder ser, más allá de la misma. Somos de la opinión que todo lo que ocurre en la empresa impacta dentro y fuera de la misma y, además, ese impacto es cuantificable. Por eso nuestro plan de actuación es un plan de círculos concéntricos, con el foco en el problema principal pero que va abriendo su círculo hacia los departamentos implicados, el resto de personas de la organización y la sociedad en general. A este método de actuación global le llamamos Keep On Growing (KOG).

“Todo lo que ocurre en las empresas impacta dentro y fuera de las mismas”

 

¿Por qué crees que vuestra visión se diferencia de lo que ofrecen otras consultoras de Recursos Humanos?

EG.- A diferencia de otras consultoras, desde MEHRS podemos intervenir en un problema desde la multidisciplinariedad de servicios que ofrecemos, con personas expertas en selección, igualdad y diversidad, salud, formación, relaciones laborales u organización y desarrollo, que tienen contrastada experiencia en distintos sectores de actividad: industrial, retail, tecnológico, industrial,  alimentación, logística, seguridad y salud, etc. Estos equipos, además, están en constante comunicación para detectar problemas y buscar soluciones desde cualquiera de sus ámbitos de trabajo. No es la primera vez que, por ejemplo, nos encontramos al definir un perfil para un proceso de selección que está fallando un procedimiento determinado y actuamos también sobre ello.

 

¿Cómo se puede mejorar la vida de las personas que trabajan en las empresas y de la sociedad en general a partir de una actuación organizacional?

EG.- Las personas lo somos allá donde estemos, aunque con distintos roles. Constantemente estamos cargando con nuestra mochila profesional y personal. Pero no solo interaccionamos con nuestras mochilas, sino que nuestras compañeras y compañeros de trabajo llevan también las suyas. De manera que cuando nos encontramos con una empresa de 500 trabajadores que tiene un absentismo laboral del 24% y en dos años se reduce al 4%, no es por casualidad. Es porque la plantilla ha entendido que su bienestar depende del bienestar de todos y sus responsables también han comprendido que tienen que desarrollar un buen liderazgo. Y aquí radica la importancia del saber escuchar, porque las personas muestran síntomas que hay que saber detectar. Por eso es importante usar el fonendo.

 

 

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