La exigencia de valores más allá de lo económico a la hora de buscar trabajo está obligando a flexibilizar las empresas y cambiando la forma de liderar

Las personas y las empresas estamos viviendo un momento de grandes cambios sociales y culturales. Hoy, buscamos y queremos nuevos proyectos que nos permitan disfrutar dentro y fuera del trabajo, ser lo más felices posible. Esto hace que, a la hora de cambiar de empleo o entrar en el mundo laboral, las personas candidatas valoren como positivas cuestiones como la ubicación o el teletrabajo, la flexibilidad horaria, la conciliación, la igualdad, la diversidad, la transparencia, la justicia social y, en general, los valores culturales de las empresas y su propósito. Todo ello sin olvidar, por supuesto, el respeto y el reconocimiento, incluyendo en éste unas condiciones económicas acordes con la posición y el trabajo a desempeñar.

Así que, si las empresas quieren fortalecer su estructura con perfiles más jóvenes y/o diversos, no les queda otro remedio que, además de en la retribución (que también), poner el foco desde las áreas de Recursos Humanos en la promoción de la salud y el bienestar de los equipos, las habilidades de liderazgo o las técnicas para evitar el burnout, entre otros aspectos esenciales para resultar más atractivas al talento.

Empresas y candidatos más ágiles

Del mismo modo, las empresas también están en plena evolución y buscan profesionales con nuevos valores y habilidades (lo que conocemos como soft skills): agilidad, adaptabilidad, sinceridad, interés, compromiso, escucha, capacidad de comunicación y de aprendizaje, creatividad y motivación, entre muchas otras. Sin olvidar que, por ejemplo, el dominio del inglés es hoy una necesidad para trabajar en cualquier empresa, sea grande o pequeña, multinacional o local, y todavía una asignatura pendiente para la mayoría de personas candidatas.

“En un proceso de selección no solo hay que tener en cuenta el perfil de las personas candidatas, también hay que analizar los posibles semáforos rojos y las oportunidades de la política retributiva de la empresa, entre otras”

En cuanto a los aspectos económicos, la retribución variable, la política de incentivos, los planes de carrera o la evaluación del desempeño, entre otras herramientas de retribución, pueden ayudar a las empresas a motivar a sus plantillas. Por eso, cuando un cliente nos encarga iniciar un proceso de selección, no solo nos fijamos en el perfil necesario para esa nueva candidatura, sino que también asesoramos a las empresas sobre su política retributiva, para buscar posibles semáforos rojos y puntos de mejora.

Así, nos encontramos a diario con la necesidad de nuevos puestos que no solo requieren el análisis de las candidaturas para seleccionar la que mejor se adapta a la empresa, sino que también necesitan trabajar una política transformadora de su realidad interna, con una visión más holística de lo que significa el bienestar. Porque los costes ocultos de evitar el proceso de cambio son mucho más elevados que iniciar el proceso para trabajar de otro modo consiguiendo así ser más eficientes, responsables y sostenibles.

 

Olga Muñoz, CEO directora y responsable del Área de Selección y Headhunting de MEHRS

 

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