Si no me apasiona, no me levanto

Por qué los Planes de Igualdad son una herramienta fundamental para humanizar a los equipos y a las empresas

Aunque para las empresas de más de 50 trabajadores, a día de hoy, es de obligado cumplimiento disponer de un Plan de Igualdad, todavía hay muchas que no se han puesto manos a la obra. Algunas porque piensan que los costes de un plan de este tipo son elevados, otras por miedo a que una auditoría ponga patas arriba su “forma de hacer”. Pero en realidad, si no se ponen en marcha no solo corren el riesgo de perder rentabilidad (mucho más si son multadas) sino que sobre todo ponen en riesgo la posibilidad de captar talento. Porque para reclutar y fidelizar talento joven, hoy se necesita algo más que una retribución económica a la altura de cada puesto.

Hay estudios que señalan que las empresas que disponen de políticas de conciliación e igualdad son un 30% más rentables, y que perder a una persona estratégica para la empresa puede tener un coste de hasta 6 salarios anuales. Por eso hablamos con Paula Mattio, Directora del área de Igualdad y Diversidad de MEHRS, para que nos explique cómo estos planes benefician a las personas y a las empresas en las que trabajan.

¿Qué aporta un Plan de Igualdad a las empresas?

PM.- En primer lugar es mandatorio a nivel legal. Pero, además, las empresas que demuestran que la Igualdad y la Diversidad son valores que consideran esenciales en su cultura empresarial, son más eficientes y mejoran su reputación.

“En un tiempo en el que el talento empieza a escasear, la mejor manera que tienen las empresas de asegurar su futuro es escuchar a las personas para satisfacer sus necesidades”

¿En qué se concreta esta eficiencia?

PM.- En cuestiones tan prácticas y necesarias como la captación y la fidelización del talento, la reducción del absentismo laboral, la mejora del clima organizacional, la promoción de la salud o el incremento del compromiso de las personas con la compañía, entre otras. Las personas jóvenes llegan al mundo laboral con una máxima: “Si no me apasiona, no me levanto”. Y en un tiempo en el que estamos viendo que el talento ya empieza a escasear, la mejor manera que tienen las empresas de asegurar su futuro es escuchar a la gente para satisfacer sus necesidades. En definitiva, hay que enamorarles.

Un ejemplo concreto…

PM.- Volver de una baja maternal o paternal, por ejemplo, y sentir que la empresa nos acompaña en nuestra reincorporación, que no nos ha dejado de lado, es fundamental para un buen desarrollo profesional pero también es síntoma de una adecuada cultura empresarial y del talento, redundando todo ello en mejores resultados y por tanto de mayores beneficios.

¿Hay que entender así que la trayectoria profesional no puede dar la espalda a la personal?

PM.- Por supuesto. Las personas recorren un camino profesional y personal que no va en paralelo, es un solo camino. El avance de la tecnología ha contribuido también a que se diluya la línea entre la vida propia y la laboral, porque ambas están integradas. Es necesario el compromiso y el equilibrio entre el trabajo y la vida, y si la empresa contribuye a ello podemos ser más felices.

“Un buen acompañamiento durante el proyecto no termina con el registro oficial del documento sino con la implementación real en la compañía”

¿Cuáles son las principales claves para el plan tenga éxito?

PM.- La implicación del equipo directivo, una auditoría profesional que aporte una buena foto finish del punto de partida, la transparencia en el proceso y en la negociación, y sobre todo la comunicación del plan y de las acciones a realizar a toda la plantilla. Y, por supuesto, también un buen acompañamiento durante todo el proyecto, que no termina con el registro oficial del documento sino con la implementación real en la compañía.

¿En qué áreas de la empresa impacta el diseño y la ejecución del Plan?

PM.- Nuestra visión es muy transversal. Analizamos desde el proceso de selección, contratación y desvinculación hasta las políticas retributivas y planificamos las medidas que la empresa pondrá en marcha en los próximos cuatro años. Para ello acompañamos al área de Recursos Humanos pero también a la de RSC, a la de Prevención de Riesgos Laborales y Salud, a Formación, a Comunicación Interna y, por supuesto a la Dirección. La experiencia nos dice que el Plan es una herramienta muy potente para organizar y dar coherencia a la transformación empresarial hacia esta visión más humana.

Paula Mattio | Directora Área Igualdad y Diversidad