Hoy me ha dado por pensar, y pienso mejor cuando escribo…
He pensado en lo importante que es el trabajo del Área de Selección, y en la relevancia de dedicar a cada fase de un proyecto el esfuerzo y la atención que merece.
Pienso en el momento que nuestro Cliente nos llama. Tiene una necesidad, pero no es una necesidad cualquiera. Incorporar a su empresa, a su día a día, una nueva persona. No cualquier persona, aquella que esté capacitada para realizar las funciones para las que se le necesita, pero también alguien que se sienta atraído por su filosofía, objetivos y hacerse responsable de su crecimiento y desarrollo profesional. ¡Un sí quiero en toda regla!
Con la sensación de tener una importantísima misión redactamos la oferta. No hay que dejarse nada relevante, dar una información detallada siempre ayuda a seducir a quien busca. Hubo una recepcionista, a quien le hizo especial ilusión saber que tendría que encargarse del mantenimiento de las plantas de la oficina; tampoco hay que pedir más conocimientos de los que realmente se vayan a utilizar en el puesto de trabajo. Está bien hablar inglés, francés y ¡hasta mandarino!, pero si la persona que opta por el puesto se siente atraída por el uso de idiomas, y encuentra que no son indispensables, se desmotivará a la primera de cambio. ¡Y se marchará! y a su barco lo llamó Libertad…
Detrás de cada candidatura hay una persona, nunca hay que olvidarlo. Una persona y sus circunstancias. No hay que citar a alguien que no cumple los principales requisitos, pero si el perfil se ajusta a la mayoría de los puntos, hay que escucharle. Material sensible el del talento.
Y llega el día de la entrevista. Cada vez que abres la puerta aparece una sonrisa diferente, no dejo de preguntarme cuántas son las puertas que les han abierto y cerrado. Siempre intentamos trasmitirles tranquilidad. Vamos a hablar, me explicas y te explico. No existe el candidato no válido. Hay proyectos que se adecuan mejor a unos u otros perfiles. Nadie es Prêt-à-porter. Todos somos alta costura.
Y un día llamamos a nuestro Cliente -¡Buenas noticias! queremos que los conozcas-. Porque la experiencia nos dice que el candidato perfecto no existe, siempre hay que presentar a más de una persona. Como en una cita a ciegas, el feeling entre la empresa y el candidato tiene mucho protagonismo. El amor tiene razones que la razón no entiende.
Y me sorprendo pensando en lo importante que es conectar.
Sin bluetooth, sin wifi…
Al fin y acabo trabajamos con personas. Si fuesen tornillos, quizás sería más fácil.
Pero nunca tan bonito.